SUBSUELO I
Capítulo I - El Inicio
Lorenzo:
Es la madrugada del 1 de enero de 2022,
Lorenzo se encuentra tirado en un callejón oscuro, lleva puesto un traje negro,
corbata roja, camisa blanca y encima una gabardina color gris oscuro. Al
incorporarse trata de reconocer el lugar en donde se encuentra, le es
imposible, no reconoce nada, tampoco comprende el porqué se encuentra ahí. Confundido
trata de levantarse, lo consigue con dificultad, pero siente algo húmedo y
caliente en su costado, abre su saco, se toca con la mano y se percata de que
está sangrando, observa también diversas lesiones en sus piernas, sus
pantalones desgarrados dejan al descubierto parte de sus pantorrillas, parecen
puñaladas o arañazos profundos, no son cortes limpios pero sin embargo no
siente dolor alguno.
Desde el sitio en donde se encuentra algo que le causa extrañeza, al final del callejón observa la boca calle, no ve movimiento de personas ni de autos, tampoco escucha los ruidos normales de una zona urbana, parece que esa zona de la ciudad está desierta, lentamente camina hacía la avenida que se observa desde donde se encuentra, de repente su cuerpo se tensa y le invade un sentimiento de soledad increíble, a mitad del callejón escucha un ruido a su espalda, voltea rápidamente la mirada y de reojo observa una alcantarilla cerrándose, aún intrigado por estar herido y no sentir dolor, regresa con paso visiblemente más rápido dirigiéndose hacia la alcantarilla que ya dejó de moverse, se inclina trata de removerla, esta pesada pero con un poco más de esfuerzo consigue removerla a un lado, mira al interior y con extrañeza observa una luz tenue que proviene del fondo, casualmente el acceso cuenta con una rudimentaria escalinata en malas condiciones, después de unos segundos de dudar que hacer, toma valor y decide bajar por el hueco de la alcantarilla.
Al llegar al fondo de la escalinata, lo invade la duda, qué dirección debe
tomar, casi de inmediato toma el que a su parecer es el que más iluminación
emite, camina por algunos minutos tratando de descubrir el origen de la luz, en
el trayecto escucha voces lejanas sin poder ubicar de donde provienen, por más
que intenta afinar el oído para dirigirse a la fuente del sonido, parece que
este varía continuamente, de repente la fuente de luz cesa y queda en completa
oscuridad que le impide continuar su camino, el miedo empieza a apoderarse de él,
en una reacción de supervivencia a tientas y traspiés vuelve atrás, siente con
las manos la escalinata y sube por ella para finalmente regresar al callejón en
donde inicialmente despertó, al llegar al nivel de la calle intenta dirigirse nuevamente
a la avenida, pero por momentos el callejón ya no parece el mismo, con
desesperación camina fuera del callejón y da vuelta en la esquina para entrar a
una avenida, no ve movimiento de persona, ni sonidos, la oscuridad es
generalizada, no hay alumbrado público, no hay vehículos, no hay gente, no se
ven luces en los edificios y apartamentos cercanos. Camina sin sentido algunas
cuadras tratando de resolver que hacer, a lo lejos observa un comercio
ferretero abierto sin ninguna razón, la puerta no está forzada, tampoco se observan
faltantes o desorden en el interior, se dirige hacia los anaqueles para tomar una
linterna, recoge las baterías y sale nuevamente a la calle, regresa
intempestivamente al local, toma un hacha, para salir nuevamente a la calle
desierta. Observa su cuerpo, las heridas han dejado de sangrar, se toca con
incredulidad y se da cuenta de que aún no siente dolor alguno y parece que no
causan ningún efecto en su estado físico, eso lo hace sentirse aturdido por
toda la situación, se sienta en la banqueta intentando comprender que sucede.
Después
de pensar por unos momentos que hacer y al darse cuenta de que no tiene ninguna
idea de a donde debe dirigirse, regresa al callejón donde minutos antes estuvo,
y vuelve a entrar al sistema de alcantarillado. Llegando al sitio a donde llegó
tiempo antes enciende la linterna que alumbra tímidamente debido a los vapores
emanados por el agua que corre debajo de la ciudad, ahora hay silencio total y
piensa que solo camina en vano por ese sitio, Lorenzo ha pasado algunas horas
caminando sin dar con nada que le indique que sucede en la ciudad, intenta
subir por una escalinata distinta pero está bloqueada, observa con detenimiento
la tapa de la alcantarilla y no hay motivo para que no pudiese abrirse, sin
embargo es imposible ante cualquier esfuerzo. Camina unos metros más y la
espesa neblina y vapores emanados le impiden ver más allá que sus propios
zapatos completamente empapados y lodosos, de pronto tropieza con algo, cae y resbala
por una especie de pendiente que el canal tiene, temiendo llegar a alguna
maquinaria de filtrado intenta sostenerse de cualquier lado, aminora la
velocidad de su caída pero es imposible evitarla, en plena oscuridad y habiendo
perdido la linterna de sus manos, cae por un hueco con una altura de más
de 15 metros que contiene agua y fango, al caer, pierde el conocimiento.
Olivia:
Olivia despierta poco a poco intenta moverse pero no puede, abre los
ojos por completo para enfocar y en la penumbra se da cuenta de que está en una
extraña sala medica, se sobresalta e intenta incorporarse de golpe, algo se lo impide,
se encuentra atada en tres secciones de su cuerpo, su cuerpo está recostado
encima de una camilla metálica, está desnuda y tiene frío, lucha con sus
ataduras para zafarse, después de algunos segundos logra liberarse y se incorpora,
en la penumbra tantea frente a ella para ubicarse, recorriendo las paredes con
sus manos siente un borde y reconoce en ello una puerta, la recorre por
completo y ubica la perilla, abre la puerta y continúa por el
pasillo tanteando las paredes, escucha pasos cercanos, entra en pánico y busca
alguna saliente, en completa oscuridad se esconde en un hueco debajo de una
mesa que se encuentra en el pasillo, sentada con las rodillas junto a su
barbilla, temblando intenta no hacer ningún ruido, escucha que los pasos se
acercan y con lentitud pasan frente a ella, sin poder observar nada por su
ubicación y por la oscuridad reinante, solo observa las siluetas de los que
parecen ser los pies de los desconocidos, son tres pares de pies y al observar
detenidamente se da cuenta de que son más anchos de lo normal. Los desconocidos
se alejan sin escucharse ningún ruido adicional a los que hacen los pasos al
alejarse de ella.
Lorenzo se incorpora nuevamente del fango en donde se encuentra, tantea
a su lado y encuentra con facilidad la linterna un par de metros de donde se
encuentra tirado, la enciende y se da cuenta de que está en el interior de un
contenedor gigantesco, en uno de los costados ve una escalera, se dirige a ella
y comienza a subir al final de la interminable escalinata encuentra una
compuerta, entra por ella con dificultad ya que es demasiado estrecha, se
incorpora y observa una red de pasillos en completa oscuridad, mira a
ambos lados y decide caminar por el de su derecha, unos metros adelante hay una
vuelta a la izquierda, antes de llegar escucha ruidos extraños y apaga su
linterna y con nerviosismo se pega a la cornisa de la pared de la esquina
tratando de desvanecerse aguanta la respiración y poco a poco trata de ver por
la esquina y en la penumbra ve movimientos extraños de alguien arrastrándose,
reconoce una figura humana y enciende la linterna dirigiendo el haz de luz
hacía donde proviene el ruido. Al iluminar se da cuenta de que es una chica
desnuda y asustada.
Por su parte Olivia observaba desde su precario escondite la luz que provenía
del corredor contiguo, paralizada por el miedo no se movió y con dificultad
respiraba, la luz se acercaba más y más, de repente se apagó y a los pocos
segundo volvió a encenderse para posarse en sus ojos impidiéndole cualquier
tipo de visión.
Lorenzo con voz audible se dirigió a la silueta: ¿hey quien eres?, ¿estas bien?
Olivia temblando de miedo escuchó una voz relativamente amigable, o cuando
menos no era tan amenazadora, tomó valor y le respondió, necesito ayuda y con
dificultad trató de ponerse en pie. Me lastima la luz dirigiéndose al sujeto, este
dirigió la luz hacía la pared y permitir por fin acercarse y reconocerse. Ante
la situación y la ventaja que le daba la posesión de la luz a Lorenzo, este
observó con detenimiento a la chica y admiró en su totalidad su cuerpo desnudo
y sudoroso, Olivia dándose cuenta de la situación y una vez recuperada la
tranquilidad, se apenó y se limitó a posar un brazo sobre sus pechos y su mano
en su bajo vientre sin decir palabra alguna. Lorenzo reaccionó, ofreció una
disculpa y de inmediato se despojó de su gabardina y se la ofreció a Olivia.
Lorenzo.-
Perdóname estaba algo nervioso, no se como me llamo
Le dijo ella acercándose a Lorenzo para abrazarlo, esperando recobrar algo de
cordura.
Olivia.- No se que hago aquí, ni porque estoy así,
pero es una
aquí, de
donde yo vengo no hay forma de regresar, vamos.
Olivia.- No se que pasa. Tengo suerte haberte encontrado,
así no estaré sola.
Lorenzo.- Yo tampoco y no he encontrado a nadie, ni nada que
me indique la razón, y ahora te encuentro a ti en estas
circunstancias.
Olivia.- Hace unos minutos pasó algo por el pasillo, mientras
me escondía, no distinguí que era pero no parecían
personas normales, aunque no las vi con claridad.
Lorenzo.- Espera, ¿de donde vienes tu y porque estas desnuda?
Olivia.- No lo se, no recuerdo nada, hace unos momentos
desperté y estaba atada en una cama metálica,
me logré desatar y de apoco he ido avanzando,
aunque no se bien en donde me encontraba ya
que todo es oscuridad. Después llegué a donde
me encontraste y poco antes vi lo que te mencioné.
Lorenzo.- Habrá tiempo para hablar, ahora debemos buscar
como salir de aquí.
Lorenzo tomo nuevamente el camino por donde Olivia venía, pasaron la puerta de
la habitación donde tiempo antes estaba Olivia, entró y alumbro, sin embargo no
encontró nada excepto la camilla metálica, continuó, Olivia lo siguió
fielmente, sintiendo aún miedo e inseguridad ella busco con su mano la del
hombre que ahora le daba seguridad. Siguieron por pasillos que parecían todos
llegar al mismo lugar, una puerta o más bien una exclusa que se encontraba cerrada,
ambos se quedaron paralizados al ver que esta se abría poco a poco, buscaron
refugio detrás de la puerta esperando no ser descubiertos.
Al abrirse la puerta vieron a una criatura parte humana pero de un tamaño desproporcionadamente alto, voluminoso, pareciera hasta fornido, más parecía una especie de gorila que un ser humano.
La
criatura siguió su camino sin percatarse de la pareja de aterrorizados, antes de
que la puerta se cerrará nuevamente Lorenzo se deslizó en silencio para impedir
que la puerta se cerrará nuevamente.
Continuará...
Capítulo II EL COMPLEJO (Próximamente)
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